‘El lenguaje perdido de las grúas’ (1986), de David Leavitt

El lenguaje perdido de las gruasCon este extraño (y a mi parecer fascinante) título se publicó la primera novela del escritor estadounidense David Leavitt, cuando contaba con tan solo 25 años. Que te publiquen con esa edad es ya todo un logro. Posteriormente ha compaginado su faceta como escritor con la labor docente en universidades de Estados Unidos. Se le suele vincular con la literatura gay (él lo es) dado que en muchas de sus obras este tema suele estar presente. Desde luego en esta novela es un elemento esencial de la historia.

La novela se centra en tres personajes de una misma familia. Owen, el padre, es profesor de instituto y, durante más de veinticinco años ha mantenido en secreto su homosexualidad, a la que ha ido dando rienda suelta de manera contenida en sus visitas dominicales a un cine porno. Su mujer, Rose, correctora de textos, no queda claro si lo sabe o no pero, desde el comienzo, es evidente que tiene ciertas dudas sobre su matrimonio. El hijo, Philip, también es homosexual. En su caso vive su condición con total libertad fuera del círculo familiar. El día que comienza una relación seria con otro chico se decide a contarlo a sus padres, desencadenando un conflicto latente durante años y que les pone ante sus ojos la realidad de su existencia con todas sus miserias y grandezas.

A priori puede parecer que el sesgo de la novela pudiera tener interés sólo para un público gay, pero nada más lejos de la realidad. Es una historia de frustración e incomunicación en el que el componente principal del conflicto es la homosexualidad de los personajes, pero que podría extrapolarse a cualquier otra circunstancia particular. Yo no soy gay y he leído la novela con mucho interés, sin sentirme incómodo en ningún momento ni ajeno a los sentimientos que experimentan los personajes. La historia me ha gustado y el punto de vista narrativo, que va saltando de uno a otro protagonista, me parece un acierto ya que te permite meterte en la piel de cada uno de ellos y comprender el porqué de sus actos. Los personajes están muy bien perfilados, con profundidad y coherencia. Me ha gustado mucho también la forma de escribir de Leavitt, con sencillez y fluidez y me encanta la naturalidad de su expresión, abordando las situaciones de la trama sin tapujos pero sin exhibicionismos gratuitos. Del porqué del título no voy a decir nada, lo mejor es averiguarlo leyendo el libro, pero si adelanto que tiene sentido y es fácilmente entendible.

La verdad es que a la luz de esta primera novela se podía esperar que Leavitt se convirtiera en una de las grandes figuras de las letras estadounidenses, pero parece que su carrera no ha terminado de despegar y, pese a publicar con regularidad, se ha mantenido en segunda fila. No tengo elementos para valorar este aparente estancamiento, pero si tengo claro que me he quedado con ganas de leer más cosas suyas. Al margen de que sus otras novelas aborden temáticas más o menos atrayentes, me cuesta pensar que no haya mantenido su estilo y eso es un aliciente más que suficiente para darle otra oportunidad.

VALORACIÓN: 8/10

‘La pianista’ (1983), de Elfriede Jelinek

La pianistaAntes de que le concedieran el Premio Nobel en 2004, esta autora era prácticamente desconocida fuera de la órbita germanohablante. Con el reconocimiento del premio vivió sus “quince minutos de gloria” y de nuevo pasó al club de ganadores del Nobel de los que nunca se vuelve a hablar. La lista de galardonados con este reconocimiento está llena de ilustres desconocidos y de clamorosas ausencias por lo que siempre lo he considerado más como un fenómeno folclórico que como un verdadero referente literario. Dicho esto, por alguna razón que no sabría explicar, me llamó la atención leer a esta autora y la verdad es que, por lo menos, me ha resultado estimulante.

Generalmente escribo las reseñas en cuanto termino un libro pero, en este caso, he dejado pasar unos días para asentar la lectura ya que no tenía muy claras las sensaciones tan confusas que me ha generado. No ha servido de nada porque me ha dejado igual. Hay aspectos del libro que me parecen geniales y otros terribles. No encuentro un término medio así que voy a tratarlo en dos bloques muy diferenciados. Lo que me ha gustado y lo que no.

Primero una breve sinopsis. La novela tiene como personaje central  a Erika, una gris pianista ya entrada en la cuarentena que vive dominada por una posesiva madre que la asfixia y controla su existencia. Trabaja como profesora en una academia y lleva una vida anodina, solo alimentada por una secreta pasión por un voauyerismo sórdido y sadomasoquista que nadie sospecha y que la lleva a frecuentar peep shows y a acechar a las parejas en los parques. Un joven alumno comienza a flirtear con ella pero, cuando le abre la caja de sus deseos, se siente repelido y todo termina en una brutal violación. Como veréis es un tema muy duro no apto para cualquier estómago.

Lo que me ha gustado:La pianista2

-Es una obra que no deja indiferente, para bien o para mal, y a la que no encuentro paralelismos con nada de lo que he leído. Continuamente te agita las entrañas y la mente, colocándote ante situaciones y razonamientos que te mueven a pensar más allá de los convencionalismos propios y sociales. Esto es difícil de encontrar en una obra y muy valioso para mí.

La autora consigue introducirte en la mente de la protagonista para llegar a entender las raíces de sus inclinaciones sin cuestionarlas moralmente. Es complicado contar esta historia sin que, a priori, produzca rechazo en muchos lectores. Aún así, Jelinek sabe introducirnos en la cabeza de Erika de una forma muy hábil y la convierte en un personaje rico y sugerente, con muchos matices.

No es una novela exhibicionista. La temática se prestaba a utilizar el morbo como gancho para el público pero sabe mantenerse en el tono adecuado. Sin ser pacata, pero sin llegar al exceso innecesario, consigue mantener la distancia justa para no caer en una carnalidad artificial.

Lo que no me ha gustado

-El estilo indirecto del narrador me resulta muy molesto y entorpece la lectura. Al final te acabas acostumbrando pero al principio llega a ser irritante y cuesta entrar en la historia

-A veces la narración se pierde por caminos que no llevan a ninguna parte sin aportar nada a la historia. En particular todas las digresiones y referencias musicales me parecen totalmente superfluas y dispersan la atención del meollo de la novela.

El final es apresurado y embrollado. Hasta el climax el ritmo es el adecuado pero, una vez llegado al conflicto, la resolución es demasiado rápida. Se da carpetazo a la historia sin dar pausa a que los acontencimientos se desarrollen conforme a lo que se espera. Probablemente esto sea lo que menos me guste. La narración sigue una línea ascendente y, de repente, la caída es súbita.

En conclusión, creo que merece la pena leerla aunque solo sea para conocer una realidad literaria muy distinta a lo habitual.

Michael Haneke hizo la versión cinematográfica en 2001.

VALORACIÓN: 6/10

‘En la frontera’ (1994), de Cormac McCarthy

En la fronteraProbablemente, junto con Haruki Murakami, Cormac Mc Carthy sea el escritor cuyo reconocimiento ha crecido más a nivel internacional en la última década. Pese a su dilatada carrera (su primera novela data de 1965), su producción ha sido muy espaciada en el tiempo y, antes del siglo XXI, su prestigio estaba circunscrito al ámbito de Estados Unidos, donde era un escritor de culto para reducidos círculos.

En los últimos 10 años su fama se ha extendido a nivel internacional cautivando a lectores de todo el mundo. Esta expansión se ha debido al éxito tanto literario como cinematográfico de dos de sus obras: ‘No es país para viejos’ (2005) y ‘La carretera’ (2006, Premio Pulitzer). Un caso curioso teniendo en cuenta que al autor es un misántropo que rehuye de entrevistas (ha dado dos en veinte años), firmas de libros y cualquier evento literario o social.

La novela que reseño es la segunda del ciclo llamado Trilogía de la frontera, que se completa con ‘Todos los hermosos caballos’ (1992) y ‘Ciudades de la llanura’ (1998). Mientras que estas dos si comparten personajes, ‘En la frontera’ es totalmente independiente y no tiene ninguna vinculación con el resto salvo por la ubicación de la historia. La trama se ambienta en los años de la Segunda Guerra Mundial, a caballo entre Nuevo México y México y el narrador nos relata los viajes a un lado y a otro de la frontera de los hermanos Billy y Boyd Parham. Es un western del siglo XX.

La obra es genuinamente McCarthy tanto en su estilo: seco, directo pero muy elaborado y tremendamente minucioso en la descripción de ambientes y situaciones, como en los elementos que componen la historia: personajes solitarios, el protagonismo de la naturaleza, la violencia, la lucha entre el mal y el bien, etc… En este aspecto es muy similar a otras novelas del autor. Si me gustaría destacar un aspecto que me gusta particularmente de su forma de escribir. La precisión y amplitud del lenguaje que utiliza muestran un dominio del idioma prodigioso y difícil de igualar.

Sin embargo, la obra no ha terminado de convecerme. El problema es que en ningún momento he llegado a interesarme por la historia que cuenta. La trama me parece anodina, en ocasiones poco convincente e inconexa. A esta sensación contribuye la endeblez de los protagonistas. Son absolutamente planos, sin matices y Cowboy silhouetteme resultan una copia uno de otro. Por un lado, están los hermanos protagonistas, tan misteriosos y silenciosos como si tuvieran algo que ocultar cuando no son más que unos adolescentes bastante  absurdos en su comportamiento. Por otro, están los diferentes adultos y ancianos que van encontrándose en su camino y que son auténticos filósofos de la vida con un discurso de un nivel intelectual tan elevado que realmente llega a aturdir. Muy poco creíble. Cuando en una novela se intenta que todos los personajes sean fascinantes se produce el efecto contrario. Al final todos acaban siendo reiterativos y banales. Precisamente la clave está en contraponer tipos muy diferentes para resaltar las virtudes y defectos de cada uno.

Todo redunda en una lectura poco entusiasta en la que siempre estás esperando que por fin pase algo interesante pero que, a medida que pasas páginas, te das cuentas que no va a ocurrir. En definitiva, esta novela está muy por debajo de cualquiera de las otras que he comentado en esta reseña y que sí son muy recomendables.

VALORACIÓN: 5/10

‘Bajo la piel’ (2000), de Michel Faber

Bajo la pielADVERTENCIA. Si vas a leer el libro no sigas adelante. Voy a contar cosas de la trama que pueden reducir el impacto de la lectura. Es imposible no hablar de la novela sin hacer referencia a aspectos cruciales, aunque intentaré no desvelar mucho. Mi recomendación es que leas el libro antes que a mí.

Hacía mucho tiempo que no topaba con un libro tan sorprendente e innovador tanto en el planteamiento como en su desarrollo. Es muy díficil encasillarlo en algún género determinado así que me he sacado de la manga uno que probablemente ya se le haya ocurrido a alguien: Ciencia Ficción Existencial. Voy a intentar explicarme.

Al comienzo nos encontramos con la protagonista, Isserley, una joven de aspecto algo extraño que deambula en su coche por las carreteras de Escocia recogiendo autoestopistas que reunan unas determinadas condiciones: varones de gran envergadura física. Al principio solo sabemos que aquellos que le cuadran acaban drogados o anestesiados por unas agujas que tiene escondidas en el asiento del copiloto. Hasta aquí parece una novela policíaca.

Lo que vamos descubriendo a medida que leemos es que en realidad Isserley es una alienígena que ha sido operada para parecer humana. Es una recolectora de hombres cuyo destino es ser cebados en una fábrica oculta bajo la apariencia de una granja, para despúes ser sacrificados y manufacturados como alimento para otro planeta. Isserley es empleada de una corporación especializada en productos alimenticios de carne humana. Evidentemente ya estamos hablando de ciencia ficción.

La vuelta de tuerca y lo que realmente eleva el nivel de la novela es el planteamiento narrativo. El foco de la obra no se sitúa sobre los hechos que se van sucediendo, esto es algo anecdótico. El verdadero núcleo del libro se centra en el desarrollo psicológico Bajo la piel peliculade Isserley que se enfrenta a dilemas internos como la renuncia a su físico para adecuarse al trabajo, su relación con otros compañeros, la finalidad de su vida, etc… Es decir, en algún momento llegamos a olvidar que se trata de una extraterrestre cazando humanos y pasa a ser simplemente un ser vivo con dudas existenciales. Quizás así escrito pueda sonar algo ridículo pero el mérito del autor es precisamente hacer que sea creíble. Que realmente entres en la historia. Hay incluso un guiño ecologista a través de la figura de uno de los alienígenas que es un activista en defensa de los humanos y contrario al trato cruel al que son sometidos para convertirlos en comida (es fácil trazar los paralelismos con nuestro mundo).

Creo que la obra merece la pena leerse simplemente por ser algo diferente. Una complicada combinación de géneros que funciona bien en conjunto. Teniendo en cuenta que es la primera novela de Faber le doy mucho mérito al resultado. El único pero es que al final la novela entra en un punto muerto que el autor resuelve de una manera apresurada y poco convincente.

En 2013 fue llevada al cine con Scarlet Johanson en el papel protagonista.

VALORACIÓN: 7/10

‘Sábado por la noche y domingo por la mañana’ (1958), de Alan Sillitoe

Sabado_noche_domingo_mananaAlan Sillitoe es uno de los máximos exponentes del grupo bautizado como ‘Angry young men’. Bajo esta denominación se suele agrupar a una generación de escritores británicos que en los años 50 revolucionaron la literatura de las islas con obras de crítica social, protagonizadas por jovenes de clase baja, en la que atacaban con dureza, inteligencia y humor la sociedad de la época. El nombre viene del título de una de estas obras, ‘Don’t look back in anger’, de John Osborne, y los autores más relevantes de la corriente son Kingsley Amis, John Braine, Harold Pinter, Philip Larkin y el propio Sillitoe.

Esta novela supuso el fulgurante debut de Sillitoe y le encumbró a la fama y reconocimiento de la crítica, posteriormente refrendado con su siguiente libro, ‘La soledad del corredor de fondo’. Sin embargo, toda su obra posterior, muy extensa, nunca llegó a alcanzar ni de cerca la misma relevancia y su renombre literario sigue ligado a sus dos primeros trabajos.

La novela gira alrededor del personaje de Arthur Seaton, un Sábado por la nochejoven veinteañero que trabaja en una fábrica de bicicletas en Nottingham,  cuya máxima motivación en la vida es emborracharse los sábados por la noche y acostarse con el mayor número posible de chicas, si son casadas mejor. Con dinero en el bolsillo, viviendo con sus padres, con don de gentes y éxito entre las mujeres su hábitat natural de socialización se encuentra en el pub. La novela se abre con una memorable escena en un bar, un sábado cualquiera, con Arthur, borracho perdido, cayéndose por las escaleras y acabando la noche en la cama de su amante Brenda, mujer de uno de sus compañeros de trabajo.

La obra es por una parte una novela de iniciación en la que asistimos al proceso de maduración de Arthur pero, también, es una obra con una gran carga de  crítica hacia la sociedad de la época. El pensamiento casi anarquista de Arthur desdeña cualquier aspecto del status quo de su tiempo y es el fiel reflejo de un nuevo estrato social fruto de la posguerra mundial. Una clase obrera modesta pero con sus necesidades básicas cubiertas, que se desliza hacia la clase media y empieza a cuestionarse su entorno.

La novela fue llevada al cine en 1960 con Albert Finney en el papel de Arthur.

VALORACIÓN: 8/10

‘Oficio de difuntos’ (1976), de Arturo Uslar Pietri

oficio de difuntosUno de los subgéneros más prolíficos dentro de la narrativa latinoamericana es la llamada ‘novela de dictador’. Prácticamente todos los grandes narradores, de diferentes nacionalidades, han abordado está temática en algún momento de su carrera: Mario Vargas Llosa (‘La fiesta del chivo’), Miguel Angel Asturias (‘El Señor Presidente’), Augusto Roa Bastos (‘Yo el Supremo’), Gabriel García Márquez (‘El otoño del patriarca’), Alejo Carpentier (‘El recurso del método’), etc….. todas novelas magníficas por cierto.

Al margen del indudable atractivo y las posibilidades de la figura del dictador como personaje literario, se une la realidad histórica del continente americano que ha visto como en todos los países ha surgido en algún momento un caudillo que ha regido con mano férrea los designios de la nación durante un tiempo. Un fenómeno político-social tan extendido y presente es casi materia obligada para los autores de ficción.

‘Oficio de difuntos’ es una de las obras de este tipo menos conocida. En ella Juan Vicente GomezUslar Pietri aborda la figura de Juan Vicente Gómez, dictador de Venezuela entre 1903 y 1935. La obra se plantea como un roman à clef en el cual todos los nombres, tanto de personas como geográficos son ficticios pero fácilmente identificables con otros reales. Por ello, es recomendable leer una edición anotada que nos desvele quien es quien e informarse sobre los acontecimientos históricos para poder extraer todo el jugo al libro.

La obra arranca con la muerte del dictador y, a través de la figura del sacerdote encargado de su panegírico, retrocede en el tiempo para contarnos su vida desde el principio. Una gran acierto por parte del autor ya que nos permite conocer no solo al personaje político sino a la persona anónima,  cuando no era más que un hacendado rural sin pretensiones políticas. Somos testigos de como las circunstancias le van moldeando el carácter, despertando su ansia de poder y de dominio, empujándole a un futuro para el que no parecía destinado.

La parte más «convencional» es la que aborda los años en el poder, donde es inevitable sentir cierta sensación de deja vu respecto a otras novelas de la misma temática. Esto no le resta valor a la obra ni se puede ver como un remedo de otras. En el fondo los métodos de control y la forma de actuar de los dictadores en cualquier sitio se rige por unos patrones muy similares. Es normal que la historia de uno nos recuerde a la de otro.

La novela es muy buena y no tiene nada que envidiar a las anteriormente mencionadas. Es una lástima que no sea más conocida y sea difícil de encontrar en España.

VALORACIÓN: 8/10

‘Los herederos’ (1955), de William Golding

Imagen William Golding pertenece a esa estirpe de autores cuya obra global suele quedar eclipsada por un título concreto. En este caso, la extraordinaria repercusión de su ópera prima, ‘El señor de las moscas’ (1954), ha pesado como una losa sobre el resto de su producción. Pese a que a lo largo de su carrera recibió galardones tan importantes como el Premio Nobel (1983) o el Premio Booker por ‘Ritos de paso’ (1980), para la mayoría del público su nombre está vinculado en exclusiva a su primera novela.

En el caso de ‘Los herederos’, su segunda novela, Golding se enfrentaba al reto de colmar las expectativas alcanzadas con su debut. Para ello abordó una obra arriesgada, tanto por la temática como por su enfoque. La novela está ambientada en una época indeterminada de la prehistoria y nos cuenta la vida de un grupo de Neanderthales (podemos llegar a definirlo como familia) y como, la irrupción en su habitat de los denominados como «los otros», un clan de Homo Sapiens, precipita su desaparición. El punto de vista que adopta el autor es el de uno de los neaderthales, Lok, tratando de transmitirnos su forma de razonar y de expresarse, de ahí que la narración requiera especial atención por parte del lector para poder seguir el hilo y comprender en todo momento lo que se nos está contando.

Es importante señalar que no es una novela histórica (en este caso prehistórica). De hecho, Golding se documentó muy superficialmentneandertal-familiae ya que su interés no estaba en trasladar con precisión las circunstancias de la época sino que puso el foco en abordar un tema que fue constante en toda su producción: la condición humana. Si en ‘El Señor de las moscas’ indagaba en la maldad inherente al hombre a través de un grupo de niños aislados en una isla, en ‘Los Herederos’ nos plantea un cambio en la percepción del origen del hombre. Frente a la imagen de especie inferior que tenemos del hombre de Neanderthal, Golding lo presenta como un ser con sensibilidad hacia los demas, capacidad de pensamiento abstracto y trascendente y que vive en armonía con la naturaleza. Frente a esto, el Homo Sapiens, supuestamente superior, es cruel y muestras rasgos como la ambición, la envidia o la intolerancia ante los extraños. El mensaje que subyace es que quizás la especie que consiguió imponerse a las demás no fue la mejor, sino la más despiadada. Y nosotros somos herederos de ellos.

La novela es muy interesante y plantea dilemas y preguntas inquietantes sobre el fondo del ser humano. No es fácil de leer pero el esfuerzo tiene su recompensa. Golding es un autor en el que merece la pena ahondar. La carga de profundidad de sus obras no está al alcance de cualquiera y son siempre un buen punto de partida para la reflexión.

VALORACIÓN: 7/10

‘La noria’ (1951), de Luis Romero

Luis Romero (1916-2009) debutó como novelista con esta obra, alzándose con el Premio Nadal de 1951 que, pese a su por entonces corta trayectoria (se creó en 1944), contaba ya en su nónima de ganadores con nombres ilustres de la literatura española como Carmen Laforet, Miguel Delibes o José María Gironella. Este prometedor inició, sin embargo, no tuvo luego la continuidad esperada y su nombre es actualmente desconocido para la gran mayoría del público. Su presencia ha quedado reducida al ámbito de los manuales de historia de literatura.

La novela se encuadra en el realismo social, corriente literaria que se generó en España a principios de los años cuarenta y que buscaba ofrecer un fiel reflejo de la sociedad española de posguerra. Estos autores se encontraban con la dificultad de plasmar lo que veían a su alrededor bajo la lupa escrutadora de la férrea censura impuesta por el Régimen franquista que limitaba su capacidad expresiva. Y eso se nota en muchas obras.

La principal característica de este libro es su peculiar estructura narrativa. Lejos de ser una novela al uso con una trama concreta y un conjunto de personajes, es una sucesión de escenas concatenadas protagonizadas por diferentes caracteres a lo largo de un sólo día en Barcelona. De ahí el título. La obra es una noria de personas e historias que van pasando una tras otra. A diferencia de ‘La Colmena’ de Cela (imitación de ‘Manhattan Transfer’, de Dos Passos) en la que se van alternando pasajes con diferentes personajes que vuelven a aparecer más adelante, en la obra de Romero sólo tenemos la oportunidad de verlos una vez. Este recurso tiene sus pros y contras.

El pro es que permite al autor abordar personajes muy diversos y con historias diferentes ofreciendo una visión muy amplia de la sociedad española de la época. Por delante del lector pasan hombres y mujeres, jóvenes y viejos, de clase alta, baja y media, todos con historias personales propias. En este sentido la novela cumple con creces con el objetivo buscado por el escritor. La contra que le veo es que esta fragmentación, al final, da la sensación de estar leyendo un libro de relatos más que una novela y provoca cierto cansancio por lo repetitivo del proceso. Llega un punto en que empiezas a preguntarte por qué ha optado por incluir treinta y siete personajes y no veinticinco o cincuenta. En definitiva, podría ser una novela infinita.

Al margen de esta particularidad, en la narración se detectan un par de puntos débiles que la convierten en un libro irregular y algo cojo. Por una parte se nota que es una primera novela. Pese a que en general se lee con soltura y agilidad, a veces el estilo y el lenguaje resultan algo forzados en un intento por ser más «literario». Por otro lado, como decía antes, la sombra de la censura planea sobre toda la narración. Pese a que no se ocultan aspectos sórdidos de la época como la prostitución, el alcoholismo o el estraperlo, las referencias a la cercana Guerra Civil están muy tamizadas y apenas esbozadas, dando la impresión de que fue algo anecdótico cuando, en realidad, es el elemento fundamental para explicar la sociedad de la época. Todos los personajes que aparecen son hijos directos de los estragos de la Guerra y es imposible llegar a explicar sus circunstancias sin entrar en detalle en como este conflicto moldeó su vida. Al final el intento se queda a medio camino.

A pesar de los impedimentos y de las carencias, es loable el esfuerzo del autor por abordar un tema espinoso cuando lo sencillo era escribir de cuestiones más agradables, y en numerosos pasajes la lectura es reconfortante e incluso conmovedora. Una pena que este notable primer esfuerzo creativo no se viera luego confirmado en su trayectoria posterior.

VALORACIÓN: 5/10

‘Santa Evita’ (1995), de Tomás Eloy Martínez

Santa EvitaHace unos meses publiqué un comentario sobre la novela ‘Noticias del Imperio’ en la que me preguntaba cómo era posible que una obra tan extraordinaria fuera tan desconocida en España. Pues lo mismo puede decirse en este caso. Es absolutamente increíble que una novela de esta talla no sólo sea poco conocida, es que ni siquiera es sencillo encontrarla en las librerías. Y eso que es una de las novelas argentinas más vendidas y traducidas en todo el mundo, de la que el propio García Márquez dijo que era «la novela que siempre quiso leer». Todo ello me hace pensar que seguimos mirando con condescendencia la producción literaria de América Latina, exceptuando a los autores ya consagrados. No es de recibo que clásicos como este no sean obras de culto en España mientras que auténticas medianías de otros países invaden nuestras estanterías. Imperdonable.

Describir la sinopsis de la novela es algo anecdótico ya que el argumento pasa a un segundo plano y la obra trasciende la propia narración para situarse en lo que me gusta llamar como «novela total», la que aborda con profundidad y maestría la condición humana hasta su último rincón. En este caso, la trama se vertebra alrededor del destino del cuerpo embalsamado de Eva Perón que, tras la caída del gobierno de su marido en 1955, empieza una periplo tan rocambolesco que supera la ficción. De hecho me ha parecido tan increible que he acudido a fuentes históricas para corroborar lo que estaba leyendo. Salvo por alguna licencia literaria, el grueso de la historia que narra el autor es verídica. Absolutamente alucinante. Y demencial. A Momia Eva Perónpartir de esta historia se nos ofrece un amplio abanico de personajes que tuvieron que ver con el asunto y cuya vida quedó definitivamente marcada como una especie de maldición «a lo Tuntankhamon» a la vez que se recrean partes de la vida del mito de Eva Perón en una lección magistral para entender, no sólo a la sociedad argentina, sino también el funcionamiento interno de los mecanismos que rigen en los grupos humanos.

Realmente poco más puedo decir porque plasmar todo lo que significa la obra me llevaría millones de palabras y, aún así, no la abarcaría. Lo mejor es invitar a todo el mundo a leerla y disfrutar de una de esas novelas que te dejan marcado para siempre y que, por unas horas, te deja atisbar la grandeza y profundidad del ser humano.

VALORACIÓN: 9/10

‘Servidumbre humana’ (1915), de William Somerset Maugham

Servidumbre humanaMe resulta difícil encontrar un autor cuyo declive en el canon literario hay sido tan fulgurante como en el caso de Somerset Maugham (1874-1865). En su momento era uno de los autores más populares del mundo. Vendía novelas por millones de ejemplares, sus comedias copaban las carteleras de los teatros, sus obras eran llevadas al cine y a la televisión y acabó sus días en una lujosa villa de la Riviera Francesa con una desahogada posición económica.

A priori podría decirse que su vida fue plena y feliz pero, debajo del éxito latían algunos complejos que le persiguieron toda su vida. Uno de ellos fue su homosexualidad (no olvidemos que cuando Maugham tenía poco más de 20 años Oscar Wilde fue encarcelado por su condición sexual), que intentaba ahuyentar con relaciones con mujeres. Llegó a casarse y tener una hija pero, lógicamente, fue un desastre y al final asumió su condición compartiendo su vida con dos parejas estables sucesivas que hacían las funciones de secretario personal.

Otro de sus demonios fue el rechazo de la crítica literaria que le impedía disfrutar al máximo del éxito de público y ventas. Es un tema muy recurrente en sus obras y al que se enfrentan los personajes. Él mismo expuso en sus memorias ser consciente de sus limitaciones como narrador: falta de imaginación y lirismo, poca capacidad para la metáfora…. y que su único objetivo fue siempre intentar escribir lo mejor posible dentro de sus posibilidades. Aún así, nunca obtuvo el reconocimiento de la crítica que le acusaba de superficial, poco innovador y convencional. Ciertamente su escritura se asemeja más al estilo del siglo XIX que a la del modernismo inglés de principios del XX. El resultado de todo ello es que, desde su muerte, su nombre ha caído en picado dentro de los estudios literarios, aunque su obra sigue siendo editada (en mucha menor proporción que antes) y leída.

Antes de esta novela había léido unicamente ‘El filo de la navaja’ que me gustó bastante aunque era algo irregular. ‘Servidumbre humana’ está considerada su obra maestra. Gran parte de la trama tiene fuertes rasgos autobiográficos con el autor, cosa que el mismo recWilliam somerset maughamonoció. La novela es una ‘bildungsroman’ en la que se nos cuenta la vida de Philip Carey desde que queda huérfano con apenas ocho años hasta que se compromete en matrimonio ya en la treintena. El personaje tiene una singularidad, un deformidad en un pie que le lleva a cojear y que durante toda su vida marca sus decisiones y su forma de relacionarse con los demás. A lo largo de la narración asistimos al proceso de maduración del personaje en el que se abordan todos los temas típicos de este género: el descubrimiento del amor, las dudas existenciales, el choque con la religión, la búsqueda de un camino en la vida, etc… El estilo de la narración es lineal y convencional, poco dado a la experimentación y novedad. En definitiva, coincido con los críticos en el análisis de su escritura.

Ahora bien. La pregunta es ¿y qué?. ¿Hay que juzgar a las novelas simplemente por su capacidad de innovar o aportar algo nuevo?, ¿por ser arriesgadas formalmente o de contenido?. Yo creo que no. Pienso que hay que tener en cuenta todo en su conjunto y, al final, cada libro nos deja una impresión que es la que nos marca su valoración. En el caso de Maugham debo decir que he disfrutado muchísimo con esta novela. La narración es vibrante, está bien escrita y sabe transportarnos no solo a la historia sino al interior del personaje de forma magnífica. En especial, la parte en la que trata de su relación con Mildred es fabulosa. La manera en que nos cuenta como Philip es atraído por una mujer que él mismo juzga como insulsa y poca cosa y que no le ama, pero a la que se siente irresistiblementa atado, es cautivadora. Maugham es capaz de mostrar con claridad el alma del personaje para explicar algo que desde el exterior nadie podría entender. Es cierto que la narración en ocasiones se asoma peligrosamente a un exceso de sentimentalismo y que el final es demasiado complaciente y «poco literario» pero en general la obra tiene un gran tono.

La historia fue llevada al cine en 1934 con Leslie Howard y Bette Davis como protagonistas.

VALORACIÓN: 8/10